Me han agitado arcadas tras el último cigarro. Porqué los escribientes/escribanos/escritores escriben "cigarrillo" en lugar de cigarro. En francés, la palabra cigar equivale a puro, y cigarrette a cigarro. Luego puede que tengan razón. Arcadas tras el último cigarrillo. No se puede brindar con cava valenciano al mediodía y aspirar los negros filtros al caer la tarde. ¿Brindar? Sí, brindar. Se me acabó el contrato y lo he celebrado. Al principio sólo quería agradecer las palmaditas en la espalda, las collejas amistosas y los escupitajos en la palma de la mano. Pero luego he pensado que qué coño, ¿se me acaba el contrato y estoy brindando con cava valenciano de 10 euros? Y es que nunca se sabe si la mano que has estrechado te dará de comer. El director y la secretaria estaban allí. Y he cogido tal pedo que me sentía levitar por entre las mesas, por encima de la calvicie intrépida del dire, por sobre las peliteñidas ponzoñosas de las administrativas... He volado sobre el tejado rojo que me ha cobijado durante 8 meses. Y luego la hostia ha sido tal, desde tamaña altura, que me he pasado la tarde durmiendo. Y luego los cigarrillos. Y luego las arcadas.
Leo una biografía de Robert Walser. Me he aficionado a las biografías. Y a los estudios de obras de grandes autores. Sé que ningún estudio supera a la propia obra, y que ningún estudio sustituye a la propia obra, y que no hay mejor estudio que el de la propia obra. He leído sobre Joyce, Proust, Hölderlin, Novalis y Rilke (estupenda labor de Antonio Pau en Trotta), sobre Hilde Domin, Wittgestein y Wilde, sobre Bernhard y Martin- Santos. Ahora Robert Walser. Es una biografía sencilla, poco elaborada y subjetiva. Constantemente el lector es remitido a la obra del propio autor, y por eso me he desviado a los Escritos a lápiz, un discurso ininterrumpido y agobiante...
Tengo las amígdalas enrojecidas como las hojas de la flor de pascua de tanto vomitar. Y por ende, ahora me voy a dormir.
Es curioso, gracioso, interesante y triste al mismo tiempo. Para ser la primera entrada de este blog tuyo, me ha resultado esperanzador (en el sentido de poder disfrutar del resto de entradas de tu blog), sincero y apasionante. Me gusta lo que he leído. Seguiré leyendo. Solo ahora quiero decirte que tu y yo hemos estado empezando a conocernos hace un par de días. He de decirte también que he leído mucho. Y sí, dos de mis obras preferidas son el Quijote y Ulises. El primero lo leí con veintipocos años y estuve a punto de leerlo de nuevo nada más terminarlo. Es el primer libro con el que me ocurría eso. Ulises lo leí hace dos o tres años. En cuanto terminé de leerlo me dí cuenta de que no me había enterado de nada y volví a leerlo de nuevo. Me pareció espectacular. Faltó poco para leérmelo una tercera vez. Pero había tanto que quería leer..., que lo dejé para otra ocasión. Pero hay muchos otros libros que me han gustado mucho, como por ejemplo La montañana mágica. Disfruté muchísimo leyendo este, que es otra de las pocas lecturas que pude duplicar al instante de terminarla. Y no, no suelo usar estos datos para ligar. Si quisiera ligar escucharía música de discoteca para atraer al sexo opuesto, como comenzó a hacer un amigo mío al que no le gustaba esa música. Y le funcionó. Pero no, yo no haría eso. Yo soy como soy. Además, no creo que el indicar que uno de mis libros preferidos es El Quijote sirva para ligar. En ese caso habría cambiado este título por el de, por ejemplo, La ratesa de Günter Grass, que ya en una ocasión intenté leerlo pero no fui capaz. Pero esto solo valdría en ciertos círculos intelectuales y yo no soy un intelectual. Me gusta leer, pero básicamente por entretenimiento. Mi exigüa memoria no da para mucho más. Quisiera leer más para aprender, pero las circunstancias actuales de mi vida me dejan exhausto. En todo caso, suelo elegir buenos títulos de los que siempre se aprende algo.
ResponderEliminarBueno, en vista de que mi comentario puede llegar a ser más extenso que tu entrada (que más da, supongo), no te digo nada más ya. Supongo que ya sabes de sobra quién soy. Solo terminar diciéndote que no tengo cuenta premium y no te puedo escribir más por donde nos conocimos. Me dieron tres días gratis. Ahora se han acabado. Pero me gustaría que continuara ese conocimiento mutuo que hemos comenzado. Más aún después de ver tu blog. Es por ello que te digo mi dirección de email, la cual me gustaría que usaras: miimeilmio@gmail.com.